Hay historias que son leyenda
*Sorteo cerrado*
Lo poco o mucho que sabemos de nuestras costumbres está en las leyendas que nos contaron. Esas líneas que te leía o te recitaba de memoria tu abuelo, abuela o algún familiar cuando eras pequeño. Historias que, cuanto más tiempo pasa, más inolvidables se hacen.
Es hora de que descubras por qué son tan importantes las leyendas. Porque seguramente las vas a contar, si no lo hiciste ya, alguna vez en tu vida. A tus hijos, a tus amigos o al vecino en el ascensor. Ponte a ello y apréndete una bien, o descubre cómo engrandecerla conforme la vas contando. Porque no hay nada peor que esa gente que empequeñece las historias que son de leyenda. No seas una de ellas, por favor. Cuéntalas y escríbelas como se merecen, como si todos sus personajes fuesen tu público, expectantes de conocer su futuro.
El día que empieces a contarlas o, si ya las cuentas, crecerás junto con ellas. Ese es uno de los poderes de las leyendas. También, conocerás más historias y más historia. Y sin querer, o queriéndolo las harás miembro de tu familia y de tu grupo de amigos. Serán las respuestas a muchos por qué; de cultura, de valores e incluso de fiestas.